EL CONVENTO

Debido a la gran demanda popular por saber sobre uno de nuestros mayores acontecimientos fiesteros donde corre el kalimotxo como el Tirón en la época del deshielo... ¡por fin! ¡ya tenemos fecha! rogamos que subrayen en su calendario: ¡¡28 DE MAYO!!. Vayan preparando atuendos típicos tales como petos de fiestas, camisetas roídas que llegarán a casa moradas de la santa bebida, gorritos y sombreros de paja con los que poder protegernos de Lorenzo y unas buenas alpargatas con las que poder zapatear y danzar al ritmo de los mejores dulzaineros y tamborileros tironeses.

¿Y qué es el convento? He aquí un documento gráfico:

El convento es eso, un convento ya deshabitado donde se encuentran los restos de nuestro santo patrón, San Vitores, el mejor santo del mundo, el más rudo, el que más milagros ha hecho, el que más devotos fervientes pueda tener... y ¿por qué? PORQUE ES UN SANTO CEREZANO, nacido en Cerezo de Río Tirón allá por el 800 d.c., por mucho que los rebeldes de otras comarcas se lo quieran llevar pa sus tierras y decir que este nuestro santo nació en Oña, ¡mentira cochina!. Eso sí, los cerezanos con mucho orgullo lo compartimos con muchos pueblos, por eso durante el mes de mayo, cada sábado un pueblo diferente va a hacerle las ofrendas correspondientes y a beber a su costa como buenos catadores de bebidas espirituosas. Estos pueblos son: Fresno de Río Tirón, Tormantos, Leiva y Cerezo de Río Tirón... ¡que viva Tironía!.

Y para quien no sepa quién es nuestro sagradísimo San Vitores aquí les mostramos una foto de una de sus tallas (en su época todavía no estaba de moda sacarse fotos a todas horas en el baño para luego subirlas al Tuenti cual quinceañera...):

¿Por qué tiene la cabeza en la mano? los moros que quisieron conquistar nuestros territorios se la cortaron en Quintanilla de las Dueñas (actual Quintanilleja) por ser uno de los mayores defensores de Tironía allá por el 850 d.c. Pero no pudieron con nuestro mayor exponente cerezano, pues al cortarle la cabeza manaron gotas de leche y sangre, de las cuales aparecieron los famosos morales de Quintanilleja, con unas moras más grandes que las "almóndigas" de la Esteban, ¡riquísimas!, y la cosa no quedó ahí, como buen rudo cerezano cogió su cabeza perdida y marchó andando hasta el actual convento, donde ya quiso que le enterraran con unas vistas prodigiosas de toda Tironía y donde hizo manar un pozo para calmar la sed de todo caminante que pasara por allá.

Bueno, seguimos con una de nuestras mayores fiestas, ¡el convento! una fecha tan emocionante que sólo con mencionarlo se nos ponen los pelos de punta. Todos los tironeses tenemos las fiestas de los pueblos en época estival, por lo que tenemos que esperar hasta mayo para poder engancharnos una buena juerga padre, con buen tiempo y acabar cual cangrejos danzando en un buen puchero.

He aquí un sobrecogedor documento audiovisual de una de las cuadrillas tironesas en ese día:

En este día primero hay una pequeña procesión que sale sobre las 12:00h desde la iglesia de Cerezo de Río Tirón hasta las llamadas cuevas de Metallica, es decir, la carretera para ir a las minas de Crimidesa.

A estas horas todo buen tironés se encuentra en la barra de un bar catando el vermuth, ya sea primero en Cerezo, después en Fresno (hay que hacer una obligada paradita a mitad del camino) y terminamos en el bar del convento, situado al lado de la capilla donde se encuentran los restos de nuestro santísimo patrón. 

Sobre las 13:00h se celebra la santa misa en la citada capilla del convento, a lo que le siguen las danzas populares de nuestros mozos y mozas en la campa. Después seguiremos catando el vermuth, haciendo fabulosas paellas, asando ricas chuletas, morcillas y chorizo de la zona... y ya la juerga padre.

Por la tarde se desatan bailes tan típicos como el que recoge este interesante documento:

La juerga no termina aquí, sino que para poder volver a Cerezo primero hay que llegar de nuevo al punto intermedio en el camino: Fresno de Río Tirón. Para ello hay que interceptar todo vehículo o animal que nos pueda transportar hasta allí. He aquí otros sobrecogedores documentos audiovisuales en los que se nos muestra la alegría y alboroto que desata el populacho en ese día, dando igual el estado o el lugar en el que se encuentre uno, dando más guerra que una sobremesa de "Sálvame":

Luego a la noche verbena gratuita para todos los públicos, donde cada uno da lo que puede de sí hasta llegar a casa cuando vuelva a brillar el sol, y donde las relaciones sociales están a la orden del momento, aunque uno no pueda vocalizar debido al estado de embriaguez, pero da igual, ese día todo por San Vitores, todos nos entendemos en la efusividad y el alboroto.... y ¡hasta otro año!... o mejor dicho...¡hasta San Vitores de Agosto!